Fentanilo
La llamada droga ‘zombi’ no encuentra caldo de cultivo en España
Su uso en España está totalmente controlado por las autoridades sanitarias y no hay datos relevantes de tráfico ilegal, pero las fuerzas y cuerpos de seguridad lo consideran una “amenaza futura” y mantienen la alerta.
Por Carolina Martínez
Mi madre murió de sobredosis delante de mí. Esto mata a todo el mundo”, dice Joe, un joven de 22 años, afincado, como otros miles, en el barrio de Kensington de Filadelfia. “Con el fentanilo me siento como si fuera invencible, en una nube”. Su familia ha muerto por consumir este opioide sintético, el más peligroso y adictivo de los conocidos hasta la fecha.
Ha tenido que ser un youtuber, ‘Zazza el italiano’, quien viralizara este fenómeno, el de los mal llamados zombis de Kensington, al grabar un vídeo para su canal. Sus imágenes sobre los consumidores en las calles, que parecen sacadas del mejor capítulo de The Walking Dead (si es que lo hay), han contribuido a internacionalizar el debate sobre esta droga letal. Un dato: el vídeo acumula 25 millones de reproducciones y ha corrido como la pólvora.
En EE. UU. mueren cada día 1.500 personas por consumo de opiáceos, entre ellos el fentanilo, el más letal de todos, una droga 50 veces más potente que la heroína. Es un opioide sintético, lo que quiere decir que se ‘cocina’ en un laboratorio con químicos, a diferencia de los opiáceos, de procedencia natural, como la heroína.
Sus principales efectos son la analgesia y la sedación, el aletargamiento y desconexión con el entorno, la relajación, confusión, náuseas y vómitos y la depresión respiratoria, lo que puede llegar a ser mortal. Estas son las señales que muestran los consumidores de fentanilo que se ven en las calles de Filadelfia, totalmente desconectados del mundo que les rodea.
El fentanilo es una potente droga opioide sintética que es altamente adictiva. Está permitida a nivel médico para aliviar dolores
La española Cristina Rabadán-Diehl, bióloga molecular y que ha ocupado durante años importantes cargos de responsabilidad en los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., es también madre de un joven, Jonathan, que falleció por una sobredosis de fentanilo en 2019, a los 28 años.
“Empieza por cambios leves, más taciturno, irascible… Sabíamos que pasaba algo pero no nos parecía que Jonathan tuviera ese perfil. Vivimos muchos años asustados porque se marchaba y no sabíamos dónde estaba”, recuerda Cristina, que ha iniciado una cruzada para alertar de la enorme adicción que crea esta droga, de fácil acceso en EE. UU., por su escaso precio, pero de consecuencias más letales.
“En EE. UU. se comenzó prescribiendo a pacientes con dolores que no se pueden controlar con otros medicamentos. Estamos observando que a las personas que se exponen al fentanilo, a veces sin saberlo, porque se presenta mezclado con heroína, les cambia la percepción y el cuerpo les pide algo más, de manera que la heroína ya no les es suficiente”, explica.
Entre los años 2018 y 2021, las muertes atribuidas a sobredosis de este potente opiáceo se dispararon en más del 90% y la Administración para el Control de Drogas (DEA) se incautó en 2023 de 386 millones de dosis mortales de esta sustancia. Cifras muy alejadas de las que hay en España. Hoy por hoy, en España no hay tráfico ilegal de fentanilo y su consumo fuera del ámbito farmacéutico, donde hay un control estricto, es prácticamente nulo.
Los traficantes de drogas mezclan fentanilo con pastillas de oxicodona falsificadas. Estas pastillas pueden ser mortales al tener dosis letales de fentanilo
Según los datos del Ministerio del Interior facilitados a la revista Perfiles, en 2022 se incautaron 40 gramos de fentanilo y 21 en 2021. Los últimos datos disponibles son del primer trimestre de 2023, cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se incautaron de apenas tres gramos.
Lo que sí se han producido son casos de personas que llegan a ser adictas tras haber sido prescrito el medicamento por el sistema sanitario para un determinado dolor, generalmente asociado a casos de cáncer o enfermedades graves. Lourdes Azorín, médico de Proyecto Hombre en Madrid, explica que España ha empezado a tratar el dolor, con las nuevas unidades especializadas en este, hace relativamente poco. “El sistema sanitario español ha sido muy reacio al uso de opioides sintéticos para el tratamiento del dolor, ha sido muy conservador, y ha estado bien, pero también es cierto que hay que tratarlo, siempre con supervisión”, añade esta médico. En su opinión, esto hace que España esté “mucho más preparada para evitar los errores que se cometieron en EE. UU.”, donde la prescripción masiva de opioides sintéticos, la famosa Oxicodona, impulsó al consumo masivo y la adicción de cientos de miles de personas.
En el caso del consumo de drogas, además, nuestro país, como en todo, tiene sus propias singularidades: “En España el consumo de drogas está asociado a la esfera de la diversión, el pasarlo bien y salir con los amigos. El fentanilo es un depresor del sistema nervioso central, no son drogas para disfrutar para estar con gente”, añade la médico de Proyecto Hombre.
Amenaza futura
“Por todas las fuentes que tenemos, hasta ahora, afortunadamente, podemos decir que no hay consumo de fentanilo”, asegura Alejandro Martín-Blas Aranda, inspector jefe y jefe de la Sección Tercera de la Brigada Central de Estupefacientes- Udyco Central. Las fuerzas y cuerpos de seguridad no han detectado fentanilo en las calles pero tampoco se ha alertado de casos de sobredosis por esta droga en hospitales y centros de salud.
“El fentanilo no ha llegado”, subraya el inspector, pero esto no significa que el fentanilo no sea “una amenaza futura”. “Toda Europa está poniendo barreras para que no llegue”, añade. El Sistema de Alerta Temprana (SEAT) es el encargado de monitorizar la sociedad española para detectar nuevos consumos de drogas y a su vez comparte información con sus homólogos europeos e internacionales.
El principal productor del fentanilo ilegal es México, desde donde se exportan pastillas azules con el logo M30, el formato más habitual. En este país, los narcos no tienen remilgos en distribuir en fiestas nuevas mezclas para ver los efectos, utilizando a todos los asistentes como verdaderos conejillos de indias.
En Estados Unidos, los opioides sintéticos incluido el fentanilo, son las drogas más frecuentemente asociadas a muertes por sobredosis, lo que ha creado una importante crisis de salud pública. Las muertes por sobredosis de este opiáceo han aumentado en más del 90% en tres años en este país.
Continúa Leyendo
El fenómeno Quintero
Por Pedro Fernández
“La pasión y la belleza no se acaban con la juventud”
Por Rafael Olea
"El rock está más vivo que nunca"
Por Rafael Olea
"Soy el niño que escribía y escuchaba cómo su maestro le leía El Quijote"
Por Mercedes Leal / Chema P. Ampudia