Llevamos un tiempo bastante largo con un problema muy complejo al que nadie pone solución: cada vez es más grave la situación de la vivienda en nuestro país. Rara es la persona que no se queja de esta situación, da igual que sea mayor o joven, español o inmigrante. Los políticos tienen la responsabilidad de resolver problemas, aportar soluciones a aquellos temas que preocupan a los ciudadanos y este es un asunto muy relevante. La población española supera ya los 49 millones, ha tenido el mayor crecimiento de todos los países occidentales, y este incremento genera dificultades para que todo el mundo pueda vivir en unas condiciones aceptables. No se generan las suficientes viviendas nuevas para atender la demanda, hay muy poca construcción de viviendas sociales por parte de las autonomías y la política de pactos es imposible.