En primer lugar, tenemos que considerar el éxito deportivo, las 40 medallas logradas por el equipo español superan las de Tokio y nos permiten sentirnos orgullosos de continuar en el grupo de países punteros en deporte paralímpico.

Todos y cada uno de los medallistas tienen una historia inspiradora. Bueno, en realidad todos y cada uno de los 150 deportistas que componían el equipo español la tienen. Pero si debemos destacar a alguien, yo lo haría con dos mujeres que han protagonizado sendos momentos culminantes en París 2024: Teresa Perales, con su vigésimo octava medalla paralímpica, y Elena Congost, ganadora de la medalla número 41 de España, pero que se quedó sin recibir su presea por la “barbaridad” de ayudar a su guía cuando no podía más justo en la entrada en la meta.

El público de París nos hizo sentir en familia. El centro de la ciudad, escenarios míticos, espectadores llenando las instalaciones, muchísimos españoles animando… Como también lo hizo, y de qué manera, el contundente apoyo institucional, con la reina Letizia visitando durante cinco días todas las competiciones que pudo; el presidente del Gobierno que por primera vez en la historia estuvo presente en unos Juegos Paralímpicos; una vez más —como siempre desde Atlanta 96— la infanta Elena, presidenta de Honor del CPE; dos ministras, dos ministros, representantes de Comunidades Autónomas, el Consejo Superior de Deportes en pleno…

“Las 40 medallas logradas por el equipo español superan las de Tokio y nos permiten sentirnos orgullosos de continuar en el grupo de países punteros”

Y si hay unos miembros entusiastas de la familia paralímpica, esos son los representantes de las empresas patrocinadoras que nos dieron muestras de cariño a través de sus máximos representantes allí en París y luego con el baño de multitudes que los trabajadores de estas empresas dieron a nuestros deportistas en las visitas de agradecimiento en Madrid al regreso de la expedición.

También hemos de resaltar a otra rama de la familia paralímpica que es la que forman los periodistas acreditados en París y el resto de medios de comunicación que han trabajado de sol a sol para llevar las hazañas de los deportistas hasta los hogares de los españoles a través de sus medios, redes sociales, fotos, etcétera, con mención especial a las retransmisiones de RTVE.

El ejemplo de Elena Congost es muy gráfico para hacernos ver que más allá de los éxitos, de las medallas, de los resultados, al final lo más importante son las personas. En los Juegos Paralímpicos y en cualquier otro aspecto de la vida.

Y para cuidar a las personas, nada mejor que la familia. La familia paralímpica que en París 2024 ha vuelto a expresarse en su máximo esplendor.
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