El dúo y pareja sentimental ponen corazón y cuatro manos en su última novela, La Innombrable (editorial Destino) en la que lanzan un contundente mensaje social que no solo entretiene, sino que también confronta las sombras de la explotación sexual. “La posibilidad de escribir a cuatro manos nos permite abordar temas complejos desde distintas perspectivas”, comenta Silva.

Para Silva, la prostitución es un mal social que debe ser combatido con determinación. Trujillo, por su parte, ha aportado una perspectiva militante y combativa, insistiendo en la humanización de las víctimas y en la necesidad de contar sus historias con dignidad.

Una de las contribuciones más significativas de Trujillo ha sido la humanización de los personajes, especialmente las víctimas de la explotación sexual. En La Innombrable, los protagonistas no son simplemente detectives que resuelven crímenes, sino seres humanos complejos con vidas y problemas cotidianos. "Siempre vemos a las mujeres en actitud muy fuerte, que no se derrumban. Igual está bien que se derrumben un pequeño momento, eso humaniza al personaje”, afirma Trujillo.

“La prostitución es un mal social que las sociedades civilizadas deben reducir por todos los medios posibles”, denuncian los autores. Además, la obra también aborda temas como la gestión de las relaciones familiares problemáticas por parte de los personajes.

Según profundiza Silva, Noemí Trujillo ha sido fundamental en la articulación narrativa de estas historias, permitiendo que la novela se adentre en la complejidad de la vida personal y profesional de los protagonistas. "Manuela Mauri es un personaje que tiene mucho de nosotros: es responsable, no se queja y asume su responsabilidad”, explican.

Realidad social

“Es mucho más que una novela negra: es un llamado a la reflexión sobre una realidad social alarmante”. Silva y Trujillo han demostrado que la literatura puede ser una poderosa herramienta para visibilizar y confrontar las injusticias de nuestro mundo.

Abordan con seriedad y profundidad temas como la violencia de género, la responsabilidad del consumidor en la industria de la prostitución y la necesidad de una legislación más efectiva. Sus reflexiones invitan a una profunda introspección sobre el tipo de sociedad que queremos ser y el papel que juegan nuestras acciones individuales en la construcción de un mundo más justo y equitativo.

Ambos escritores hacen un llamamiento para que la sociedad española afronte este debate de manera seria y comprometida, exigiendo a nuestros políticos que tomen medidas concretas para abordar esta problemática. "Nuestros políticos parece que están a otras cosas y es terriblemente decepcionante”, comenta Trujillo y añade: "Es una gran decepción que no se consiga apoyo para abordar la prostitución en España”.

A través de la novela, desafían tabúes y abren diálogos sobre un tema tan polémico como la prostitución. “No puede seguir oculta tras el velo del silencio”, denuncia Lorenzo Silva. "Con esta novela buscamos arrancar ese velo y encender conversaciones cruciales sobre la realidad que enfrentan muchas personas en nuestra sociedad”.

Por parte de Silva encontramos un alegato para abordar la prostitución con penas más duras para proxenetas y clientes, y comenta que varias de las víctimas del libro son menores que han sufrido la prostitución, reflejando un problema grave en nuestra sociedad; a lo que Trujillo añade que intentan dar voz a una de las víctimas, Susana, como metáfora de todas las mujeres atrapadas en el sistema de la prostitución.