Además de analizar por primera vez una situación de la que no existían hasta ahora estadísticas ni informes en profundidad, con una muestra de más de 1.600 mujeres con discapacidad, el trabajo identifica los recursos existentes, así como los que deberían generarse para apoyar a estas mujeres.

Detrás de cada una de estas cifras hay mujeres con discapacidad que sufren o han sufrido en primera persona la violencia de género. Dulce es un ejemplo, una superviviente como ella mismo dice, y una mujer con el coraje de contar en alto su historia para que otras mujeres que viven el infierno de la violencia de género vean que se puede salir de ella. Con 57 años, tan solo hace cuatro que se atrevió a denunciar a su agresor, y eso que lleva desde los 19 años sufriendo maltrato físico, psicológico y sexual por parte de su hoy ya exmarido.

Como ella misma relata, se casó con 19 años “muy enamorada”, pero la cara oculta de él salió a relucir desde el principio de la convivencia. No obstante, tuvo con él dos hijos, hoy ya adultos que afirma son maravillosos. “Te vas haciendo cada vez más pequeña y piensas que él en algún momento va a cambiar, pero no lo hace. Vamos, de manual de maltrato”.

Y de pequeña nada. Dulce, que ha sido la que ha mantenido siempre la economía familiar porque su marido no ha trabajado nunca, ha conseguido que sus dos hijos tengan estudios “con mi trabajo y con las becas que han ido consiguiendo”.

Hay que denunciar

Durante muchos años el miedo pudo con ella, hasta que un día intentó pegarla delante de su hijo. Como ella dice, se la liaba por todo, pero aquel día y no otro puso el punto final. Pensó que, al intervenir su hijo en la pelea, las cosas iban a acabar mal. Fue entonces cuando le dijo a su hijo “vamos a denunciar”, a lo que este le contestó “ya era hora mamá”. De eso hace cuatro años ya.

Su agresor ha entrado y salido de la cárcel dos veces. Una de ellas por quebrantar la orden de alejamiento. Vive pegada a una pulsera y a un geolocalizador que la conecta directamente con la Policía Nacional. Le quedan cuatro meses de esa orden. Después su exmarido estará a prueba, pero ella asegura que no tiene duda de que intentará volver a acercarse a ella.

Dulce se atrevió a denunciar a su maltratador: “Te vas haciendo cada vez más pequeña y piensas que en algún momento va a cambiar, pero no lo hace”

No obstante, asegura no estar dispuesta a vivir presa del miedo. Ahora se siente libre. Libre de hacer con su vida lo que le parezca y de verbalizar todo lo que ha sufrido, pero quiere mirar hacia adelante y por eso se ha acercado a Inserta Empleo quien gracias a su programa Mujeres en Modo ON- VG, la está ayudando a recuperar su vida. Primero está trabajando en recomponerse como persona y después aspira a un trabajo digno que le permita llevar las riendas de su vida.

Estudio ‘Ojo al dato’

Este proyecto Mujeres en Modo ON-VG de Inserta Empleo muestra que un 57,6% de las participantes han indicado que la discapacidad es previa a la violencia de género sufrida, frente al 27,6% que afirma es consecuencia de la violencia vivida. Asimismo, el 13,4% de ellas señala que su salud ha empeorado como consecuencia de la violencia.

El coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quífez, y la coordinadora y desarrolladora del estudio, Cristina Silván Sotillo, señalan que el miedo a represalias o no ser consciente de que se está viviendo una situación de violencia de género hace que el 34,5% de las mujeres no hayan denunciado y el 4,3% hayan retirado la denuncia.

También exponen la necesidad de adaptar las campañas de sensibilización a situación de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género.

La directora de Transformación, Excelencia e Igualdad y secretaria general de Fundación ONCE y secretaria general de Inserta Empleo, Virginia Carcedo, opina que los datos del estudio “no solo permiten revelar la realidad, todavía desconocida, de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género; también son una herramienta fundamental a la hora de desarrollar políticas públicas que defiendan y protejan los derechos de todas ellas”.