La recuperación de estos espacios podría durar décadas
Los incendios forestales arrasan más de 25.000 hectáreas en Extremadura
Los incendios forestales que asolan Extremadura han provocado ya la destrucción de más de 25.000 hectáreas de ecosistemas de enorme valor ecológico, con consecuencias devastadoras para la biodiversidad. Según alerta SEO BirdLife, las pérdidas afectan tanto a hábitats singulares como a especies amenazadas y la recuperación de muchos de estos espacios puede tardar décadas.
Por Redacción

El mayor incendio, todavía fuera de control, es el de Jarilla, que hasta el momento afecta a unas 14.000 hectáreas, aproximadamente, casi todas ellas dentro del espacio de Red Natura 2000 Sierra de Gredos y Valle del Jerte.
Éste se ha extendido por las sierras del Valle del Ambroz y ha pasado a la vertiente norte del Valle del Jerte, donde se extiende sin control y parece haber alcanzado la vertiente sur al otro lado del río Jerte, donde amenaza a la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos.
Las afecciones más importantes están siendo sobre masas forestales de extraordinario valor, compuestas fundamentalmente por robles y castaños. Parajes como el Castañar de Hervás, el Abedular del Puerto de Honduras han sido gravemente afectados y se pueden haber perdido nueve árboles singulares protegidos, entre ellos, al menos seis castaños de unos 700 años y dos robles centenarios, además de los abedules ya mencionados, alguno de casi 200 años de antigüedad.
El castañar de Hervás destacaba especialmente por contener importantes colonias de quirópteros forestales muy amenazados como murciélago ratonero forestal, orejudo septentrional o nóctulo gigante. Entre las parejas reproductoras de aves protegidas que han perdido sus territorios de reproducción al menos tres parejas de abejero europeo (muy escaso en Extremadura), dos parejas de águila real, una de milano real y al menos siete de águila calzada.
SIERRA DE SAN PEDRO
Otra zona gravemente afectada es la ZEPA Sierra de San Pedro, donde se han declarado dos grandes incendios, denominados ‘Alburquerque’ y ‘Aliseda’, este último, según afirma la propia Junta de Extremadura, intencionado vinculado a la gestión cinegética.
En total, se han quemado entre 6.000 y 7.000 hectáreas de monte mediterráneo de encina y alcornoque con matorral noble, un hábitat de difícil recuperación que podría tardar hasta 70 años en regenerarse.
Las pérdidas para la fauna son dramáticas en uno de los espacios de la Red Natura 2000 con mayor valor para aves rapaces de Europa: se estima que han ardido los nidos de unas 60 parejas de buitre negro, algunos con pollos en el nido, además de cuatro nidos de águila imperial ibérica, dos de alimoche, dos de cigüeña negra, uno de águila perdicera y otro de águila real. El fuego llegó incluso a los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, quemando entre 30 y 40 hectáreas de pastizales.
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