Los mundos de la belleza y de la moda presentan en su entorno una doble cara de la moneda. En algunos casos se ve como un ambiente hostil de mucha competitividad y cierre de puertas cuando se intenta abrir camino. En otros, como una oportunidad de darte a conocer rápidamente con marcas que se interesan por perfiles concretos que despiertan el interés de masas. Ese es el punto que más buscan las compañías de cara a los diferentes casting que se realizan para dar con el perfil exacto que más potencie su reputación corporativa. Muchos modelos comienzan su carrera en certámenes de belleza, los cuales pueden suponer un trampolín potente a la hora de subir escalones para materializar el sueño de dedicarse a la moda.

Sin embargo, la realidad es que hay muchas dificultades y, sobre todo, noes. No solo basta con tener una belleza especial, sino que se requiere de conocimientos e historias con un trasfondo. En este punto, muchos piensan que las personas con discapacidad podrían tener un plus al conectar con valores de las marcas de cara a conseguir los objetivos, tanto de ingresos como de ser alguien que aporta algo diferente al resto.

Sin embargo, las personas con alguna discapacidad que se encuentran dentro de este mundo lo único que buscan es que les traten “como al resto, sin diferencias”. Igual de válidos que los demás, pese a que puedan tener determinadas dificultades. Algo que no se traduce en que no sean capaces de realizar el mismo trabajo.

Dificultades añadidas

Poco a poco, el término de la belleza ha ido avanzando más allá de lo superficial y se adentra también en las personas con discapacidad para normalizarla. Este es el caso de Elizabeth Laker, actual Miss RNB España 2024. A sus 26 años se encuentra inmersa en la preparación para el certamen internacional que se llevará a cabo en Polonia. Elizabeth ha marcado un hito dentro de los certámenes de belleza femeninos al tener discapacidad cognitiva y aspirar a llevar a España a lo más alto del modelaje alzándose con la victoria internacional y normalizando la validez que también tiene este colectivo.

“Para mí ha sido una lucha poder llegar a donde estoy. A lo largo de mi vida, muchos me han dicho que no podría lograr grandes objetivos como estudiar en la universidad, algo que estoy haciendo ahora mismo. Pretendo ser un ejemplo a seguir para todos esos niños que le han dicho en algún momento que no pueden conseguir sus sueños”, dice la miss.

A Elizabeth le cuesta leer, escribir, entender, memorizar y aprender. Con los años y con la ayuda de especialistas ha podido mejorar y conocer metodologías que le ayudan a avanzar en los estudios, como por ejemplo, usar los audiolibros, que realmente son de gran ayuda y utilidad. “Fue un momento muy complicado de mi vida, era solo una niña cuando me diagnosticaron. Me odiaba y lo pasaba muy mal en la escuela, ya que me sentía inútil”, sostiene Elizabeth. “Cuando me comunicaron lo que tenía, me hizo dar cuenta que mi vida sería así, que siempre tendría que trabajar el doble y eso fue difícil de aceptar”, recuerda.

Superación personal

En el caso de los certámenes masculinos, la tesitura no es diferente. Alfonso Rodríguez, después de que en muchas ocasiones le “intentaran desviar” de sus metas, consiguió abrirse camino en el mundo del modelaje. Con 27 años, Rodríguez se convirtió en el primer míster nacional e internacional con discapacidad. Fisioterapeuta de profesión, Alfonso nació con una discapacidad visual. Desde pequeño siempre ha tenido una vida como cualquier otro niño, adaptándose y aceptando su situación.

Mientras desempeñaba su profesión, decidió embarcarse en el mundo de la moda que tanto le ha gustado. Fue en 2018 cuando se alzó con el título del hombre más guapo del mundo en un evento celebrado en Portugal. Un hecho que no pasó desapercibido al ser, además, el primer míster con discapacidad. “Lo de ser modelo surgió como un nuevo reto en mi vida y hoy en día estoy muy orgulloso del mensaje que pude lanzar al mundo al tener una discapacidad visual y poder conseguir lo mismo que cualquiera de mis compañeros”, comenta Alfonso.

Rechazo por discapacidad

Elisabeth explica que le decían “cosas con palabras muy ofensivas”. Frases como ‘menos mal que eres mujer porque así puedes quedarte en casa cuidando a tus hijos’ o ‘¿qué tonta eres no?’ es lo que ha tenido que soportar cuando aspiraba a conseguir sus sueños.

Por una situación similar pasa Nico García. A sus 20 años observa que, por tener autismo, las marcas le descartan rápidamente dando más oportunidades a otros modelos que no tienen discapacidad, “por si dejamos en mal lugar a la empresas o a las propias agencias que nos contactan”, afirma. “Me siento triste y frustrado ante el rechazo y negación de querer hacer algo que me gusta y que no me den la oportunidad de demostrar que puedo ser bueno en aquello que me apasiona”, detalla Nico.

Miss RNB 2024 España: “A lo largo de mi vida, muchos me han dicho que no podría lograr grandes objetivos como estudiar en la universidad”

En un mundo tan complejo, denuncia que en incontables ocasiones le han dicho que no, sin ni siquiera ver sus fotos. Pese a este rechazo, explica que ha visto la luz “en el fondo de un camino tan oscuro y complicado en el que espero que algún día se tenga la sensibilidad de darme la oportunidad de llegar a cumplir mi sueño”.