El futbolista Gonzalo Melero y la influencer Lucía Villalón cuentan el nacimiento de su hijo con gastrosquisis

Cuando la esperanza te mantiene con vida

El futbolista del Almería, Gonzalo Melero, muestra su lado más humano después de pasar el año más complicado a nivel personal y profesional. A su situación deportiva en el Levante y el posterior fichaje por el Almería se le suma, junto a su pareja Lucía Villalón, un aborto y el nacimiento de su hijo Diego con gastrosquisis, teniendo que ser operado dos veces, una de ellas justo al nacer por tener los intestinos fuera del cuerpo. Ahora y con Diego totalmente recuperado, tanto Melero como Villalón dan visibilidad a su situación.

Por Aday Sánchez

23/04/2024
Gonzalo Melero.

La felicidad del futbolista Gonzalo Melero (con amplia experiencia en Primera División y actualmente en las filas del Almería) y la periodista deportiva Lucía Villalón se ha visto mermada por la salud de su hijo Diego. Ambos se convirtieron en padres primerizos a finales de agosto de 2022 después de haber tenido un aborto. El pequeño llegó al mundo con gastrosquisis, un defecto de nacimiento en la pared abdominal en la que los intestinos del bebé salen del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo. Esto provocó que tuviera que ser operado en varias ocasiones nada más nacer. Ahora, la familia respira tranquila y ya disfruta del pequeño en casa, lejos del hospital donde pasó muchos meses.

“Fueron momentos difíciles en la segunda operación, más que la primera. No sé por qué, igual porque Lucía ya estaba conmigo y ella muestra más sus sentimientos. Yo los llevo un poco por dentro y al final la segunda operación la pasamos juntos esperando. Era como una cuenta atrás de a ver cuándo nos llaman” comenta el futbolista.

“Intentas informarte y es un momento muy difícil porque todo el mundo preferiría que su hijo viniera sin esa complicación”

A la situación personal de Melero se le sumaba también la profesional, con el cambio de club después de haber pertenecido al Levante. El verano de 2022 se producía esa delicada tesitura en la que se encontraba en el hospital y en negociaciones con el Almería para fichar por el que podría ser su nuevo club. “La firma del contrato se produjo los últimos días de mercado y yo estaba en Madrid en el hospital debido a la situación de mi hijo. Fue todo muy rápido. Al final, pasaba día y noche en el hospital”, relata Melero.

Precisamente todo el proceso de negociación y firma se realizaba desde el hospital. “Cuando tuve que firmar el contrato se hizo en el hospital, vinieron a que lo firmara allí para poder pasar el mayor tiempo con mi hijo y siempre quedará la anécdota que firmé el contrato allí en el hospital”, comenta el futbolista.

Complicación en la felicidad

Melero y Villalón son un ejemplo más de cómo el año más feliz de sus vidas, al convertirse en padres, también puede ser uno de los más complicados.

El futbolista no estaba pasando por su mejor etapa profesional debido a un tema de lesiones que hizo que no mostrara su mejor versión, unido a lo que estaba ocurriendo en su vida privada. De hecho, más que se juntara el cambio de equipo con las complicaciones de salud en el nacimiento de Diego, Melero sostiene que “es verdad que el día a día en el Levante era muy difícil, pero tenía en mi vida personal circunstancias complicadas en las que el embarazo no iba de la mejor manera y creo que eso fue mucho más complicado que el momento en el que nació. Es verdad que pasamos días muy difíciles y con el cambio de equipo, pero al final cuando cambias siempre piensas que es porque es bueno y lo afrontamos con mucha ilusión. Con Diego es verdad que pasamos días difíciles, pero también era algo muy bonito e inolvidable para nosotros” explica sobre este asunto Melero.

Melero.
Gonzalo Melero, el pequeño Diego y Lucía Villalón.

Nacimiento de Diego

Nada más nacer el pequeño Diego, le diagnosticaron gastrosquisis, lo que produjo en estos padres primerizos el momento más complicado de su vida. “Tienes muchísimas preguntas, no sabes muy bien qué es, intentas informarte, preguntar y es un momento difícil porque todo el mundo preferiría que su hijo viniera sin esa complicación” cuentan Melero y Villalón.

“Creo que soy una persona muy ambiciosa, muy positiva y al final siempre he confiado en que todo iba a salir bien, en que Diego iba a salir superfuerte, no sé si tan fuerte como nos ha demostrado, pero creo que al final hay que afrontar las situaciones de la vida como vienen y esto sería una anécdota más en el futuro y ahora mismo ha salido todo bien. Diego se encuentra perfectamente y lo contamos como una complicación que tuvo que pasar, pero que va a ser un mero trámite para el resto de su vida”, destaca Melero. La propia Villalón explicaba que “jamás había oído la existencia de esta enfermedad por lo que hemos tenido que informarnos de en qué se basa y cuáles son los riesgos del proceso”.

Después de lo ocurrido en el nacimiento, Diego tiene que pasar revisiones periódicas en Madrid cada seis meses. “Al final también es tener la situación controlada, que la analicen cada cierto tiempo, pero también nos han dicho que no tiene que haber ningún problema extra y que ahora mismo Diego ya es un bebé normal”.

A esta tesitura se le suma un año antes, durante el inicio de la temporada del futbolista, un aborto. Fue un momento complicado para esta pareja que esperaba su primer hijo. “Fue un palo muy duro y al final en estos casos siempre nos apoyamos en nuestra familia, nuestros amigos, nuestra pareja y, bueno, así lo hicimos”, persevera Melero. Pese a ello, querían mostrar su lado más personal y que si algo no funciona bien sobre el terreno de juego puede deberse a que estos profesionales tienen una vida más allá del fútbol.

Tabúes que desgastan

“Nos dimos cuenta de los abortos naturales son un tema un poco tabú, pero que es algo más común de lo que nos gustaría. Es verdad que fue un palo, pero no se nos quitaron las ganas de ser padres” comenta Melero, añadiendo que Lucía se quedó embarazada “prácticamente en cuanto volvimos a poder. El segundo embarazo tuvo complicaciones, pero ha salido todo muy bien y damos las gracias de que Diego esté aquí ya con nosotros”.

Melero reivindica que los aficionados “no son conscientes o no se paran a pensar en la vida personal de los jugadores. Cuando veo a un jugador que no ha tenido el partido deseado, no te paras a pensar en lo que estará pasando”.

El fútbol es un mundo en el que se mira mucho el rendimiento del jugador, pero no trasciende el motivo de esas circunstancias. “Se mira el rendimiento puro y duro y no se tienen en cuenta las situaciones personales. Seguramente me afectara, aunque yo intentaba entrenar lo mejor posible, estar al 100%, cambiar el chip y aislarme de la situación tan difícil que vivimos el año pasado; sumado a que mi situación personal no era la soñada y que mentalmente no estaba todo al 100% y seguramente en el rendimiento me afectara más de lo deseado”, detalla Gonzalo Melero.

“El fútbol es mi pasión”

Ante todo, Gonzalo Melero ha dejado claro la pasión que tiene por el fútbol. Su vida está ligada a este deporte y así lo ha demostrado en todo momento pese a las adversidades. “No me he llegado a plantear en ningún momento en dejar el fútbol porque es mi pasión, aunque al final todo pasa a un segundo plano, todo es secundario y te centras en la familia, que al final es lo más importante” argumenta Melero.

Pese a esto, sí confiesa que “yo era de los que pensaba que si tenía que estar dos o tres meses sin jugar por la situación de Diego cuando saliera del hospital, que lo primero era lo primero y que ya vería como me reenganchaba después”. El bebé estuvo 20 días ingresado en el hospital y a los 10 días Melero ya estaba yendo y viniendo de Almería a Madrid para entrenar. “Los deportistas tenemos la mentalidad de no dejar de trabajar, de no dejar de entrenar y bueno, una cosa es lo que pienses y otra ver en la situación como actúas. Aunque yo estuviera en el hospital, tenía en mente que debía entrenar, que tenía que prepararme y estar lo mejor posible para ayudar a mi equipo”, comenta Melero.

El lado más humano

A nivel personal, Melero comenta que se encuentra, sin lugar a duda, en uno de los mejores momentos de su vida o incluso en el mejor por una sencilla razón: “Al final, después de todo lo que hemos sufrido, llegar a casa y tenerlos ahí a los dos es algo muy bonito y con lo que disfruto mucho” argumenta, con el detalle de que todavía tiene “la espinita clavada de la temporada en el Levante, tanto a nivel de rendimiento como de que no disfruté prácticamente nada por cómo vinieron todas las cosas”.

Ahora todo ha cambiado y ese optimismo que tanto le caracteriza se encuentra más visible que nunca. “Este año por fin estoy disfrutando, creo que conseguiré grandes cosas, a nivel individual y colectivo. Eso es un aliciente y al final estamos muy contentos de que las dos cosas vayan bien” relata Melero.

Un futbolista que destaca por su cercanía y rendimiento habitual sobre los terrenos de juego. “Era algo con lo que llevaba peleando mucho tiempo y bueno, creo que vienen ahora momentos para disfrutar, para saborearlo. Disfrutar cuando las cosas vienen bien que son menos veces de las que nos gustaría y saber que hay que estar preparados para lo que la vida te depara” expresa.

Melero concluye que, aunque 2022 fue un año en el que tanto él como Villalón no tuvieron su mejor momento, ahora sí lo tienen y, por tanto, “hay que disfrutar al máximo de los momentos felices”.

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