Un factor que condiciona su autonomía y sus oportunidades laborales

La brecha formativa y laboral de los jóvenes con discapacidad

La formación sigue siendo una de las principales barreras para miles de jóvenes con discapacidad. Apenas el 3,5% de este colectivo logra acceder a la universidad, frente al 15,5% entre jóvenes sin discapacidad. Esta brecha educativa condiciona su autonomía y sus oportunidades laborales. Ante esta realidad, el ‘Congreso Internacional Universidad y Discapacidad’, organizado por Fundación ONCE, se presenta como un espacio clave para repensar el modelo universitario y avanzar hacia una educación superior verdaderamente inclusiva.

Por Pablo Garrido

31/10/2025
Dos personas jóvenes, una de ellas con discapacidad, observan la pantalla de ordenador portátil.

En un país que busca avanzar en inclusión, los datos recientes dibujan un panorama preocupante: la formación sigue siendo una barrera estructural que limita el acceso al empleo y la autonomía personal de los jóvenes con discapacidad. Un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), basado en la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Base Estatal de Personas con Discapacidad (BEPD), y analizado por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE (Odismet), evidencia esta situación.

Los datos revelan una clara desventaja formativa para este colectivo: entre las personas con discapacidad de 16 a 24 años, la mayoría (67,6%) alcanza los estudios secundarios. Sin embargo, el 28,9% se mantiene en el nivel educativo primario y apenas un 3,5 % accede a la educación superior universitaria.

Esta situación contrasta marcadamente con las personas sin discapacidad, entre quienes la proporción de estudios superiores es más de cuatro veces mayor (15,5%). Mientras que entre los jóvenes sin discapacidad se registran pocas personas por debajo de los estudios primarios, en el colectivo con discapacidad representan más del 35,2 %.

La brecha, aunque se reduce, persiste en la franja de 25 a 44 años. En este grupo, el 22,4% ha completado estudios superiores, pero más de la mitad (54,2%) sigue limitado al nivel secundario y un 23,4% no supera la educación primaria. El problema se traduce en cifras alarmantes: unos 39.100 jóvenes con discapacidad (el 35,2 % de ellos; es decir, uno de cada tres) no logran superar la educación primaria. La predisposición y las facilidades de acceso a la formación no son las óptimas, lo que predice un futuro incierto. Actualmente, el 59,1% de los jóvenes con discapacidad está cursando estudios, una proporción significativamente inferior al 74,8% de los jóvenes sin discapacidad, a pesar de encontrarse en una etapa vital clave para el aprendizaje.

Aunque se ha registrado un tímido avance en la formación superior desde 2014, con un incremento de 2,6 puntos porcentuales (lo que representa un crecimiento del 130%), este progreso es insuficiente para revertir la tendencia de baja cualificación general. De hecho, el volumen global de jóvenes con baja formación apenas se modifica a lo largo de la serie estadística.

Formación

El problema formativo no se limita a los jóvenes y tiene profundas implicaciones en la población activa con discapacidad en general. El 4,5% de este grupo (unas 83.000 personas) no cuenta con ninguna formación. Esta cifra es más de once veces mayor que la tasa entre la población sin discapacidad (0,4%). La tasa de analfabetismo entre personas con discapacidad intelectual se dispara hasta el 22,6%, más de cinco veces la media del colectivo con discapacidad. Además, existe una correlación directa entre el grado de discapacidad y el nivel de estudios: a mayor porcentaje de discapacidad, mayor es la proporción de personas sin estudios, llegando al 25,6% entre quienes tienen un grado de discapacidad del 75% o más, frente al 0,8 % en grados entre el 33 % y el 44 %.

Por otro lado, las mujeres con discapacidad (4,7%) presentan una tasa de analfabetismo ligeramente superior a la de hombres (4,3%). Las comunidades del sur (Andalucía, Murcia y Canarias, junto a Ceuta y Melilla) destacan por un elevado porcentaje sin formación, alcanzando el 33% en el archipiélago, donde se agregan los datos de personas sin formación y con estudios primarios.

Ante esta urgente realidad, se están impulsando iniciativas clave para transformar el sistema educativo y promover la inclusión. Un ejemplo es el Congreso Internacional ‘Universidad y Discapacidad’, organizado por Fundación ONCE, que se celebrará del 19 al 21 de noviembre en la Universidad de Granada bajo el lema Tendencias y desafíos para una universidad inclusiva.

Este evento, que cuenta con el apoyo del Fondo Social Europeo, presentará 120 comunicaciones seleccionadas por su innovación, experiencias novedosas e investigaciones de interés, provenientes de más de 220 propuestas de una veintena de países. Todas estas contribuciones se recogerán en el libro de actas, disponible en la biblioteca virtual de Fundación ONCE.

Congreso de referencia

Isabel Martínez Lozano, directora de Programas con Universidades y Promoción del Talento Joven de Fundación ONCE, explica a Perfiles que el congreso “es uno de los encuentros de referencia en el ámbito de la educación inclusiva y en el ámbito sobre todo de las universidades inclusivas y de los investigadores e investigadoras que están dedicadas a este ámbito de la inclusión de personas con discapacidad”.

El objetivo central del evento es construir propuestas y estrategias y avanzar en nuevos modelos de educación inclusiva. Se concibe como un entorno para el diálogo y el análisis crítico que impulsa la transformación de los modelos universitarios actuales, para mejorar las metodologías docentes e investigadoras inclusivas, eliminar obstáculos en el acceso y desarrollo académico, y asegurar tanto la equidad como la inclusión. Una de las prioridades de esta edición es acercar el congreso a los más jóvenes, potenciando su presencia en los debates sobre educación superior, conscientes del impacto directo en su futuro laboral.

Martínez Lozano también hace hincapié en la importancia de que todos ellos puedan formarse en igualdad de condiciones. “No es solo importante poder ir a la universidad, sino también tener la oportunidad de hacer programas de que nos permitan progresar académicamente y luego poder hacer carreras profesionales acordes con el nivel de instrucción que hemos adquirido”, asegura.

Muchas de las personas jóvenes con discapacidad que terminan sus estudios lo tienen luego muy complicado para encontrar un empleo acorde con su formación. Y mucho más cuando tienen que promocionar dentro de las empresas.

España debe mejorar

Asimismo, Martínez compara España con otras naciones y señala que nuestro país se encuentra todavía algo atrasado. “Si nos comparamos con países como Estados Unidos o Canadá, todavía nos queda un gran trecho por avanzar. Más de la mitad de las personas jóvenes con discapacidad en España se queda en el sistema preuniversitario, es decir, en educación secundaria. No llegan a cursar estudios superiores”.

Martínez Lozano comenta, a este respecto, que “se harán también debates muy interesantes sobre el tema de metodologías docentes inclusivas, que es una de las grandes cuestiones y uno de los grandes desafíos, para aprender a educar y a enseñar con estrategias inclusivas”. Además, añade que “se va a abordar el tema de la transformación digital y tecnológica, que está ya presente en todos los sistemas de enseñanza y aprendizaje. La accesibilidad y la tecnología unida puede ser también una palanca de cambio y de avance para las universidades inclusivas”.

Durante los tres días del evento, se tratarán los principales retos de manera transversal mediante mesas temáticas, presentaciones científicas, pósteres, talleres y sesiones plenarias. Se fomentará la colaboración entre instituciones y la creación de propuestas innovadoras que promuevan una universidad más inclusiva y mejoren las oportunidades laborales para personas con discapacidad.

Por último, las comunicaciones se dividirán en siete grupos de trabajo, incluyendo áreas cruciales como: prácticas inspiradoras de universidades inclusivas, accesibilidad y diseño universal para el aprendizaje, normativas, políticas públicas y educación inclusiva; empleo, emprendimiento y nuevas oportunidades profesionales; tecnologías aplicadas a la educación inclusiva: instrumentos y experiencias; prácticas inclusivas del estudiantado con discapacidad intelectual y del neurodesarrollo; y redes y grupos de investigación que trabajan por la inclusión.

Continúa Leyendo
Décimo aniversario de Ilunion.
Sociedad

Ilunion cumple su primera década como referente empresarial en diversidad e inclusión

Por Bárbara Guerra

Leer artículo: Ilunion cumple su primera década como referente empresarial en diversidad e inclusión
Manuel López, paciente en tratamiento por cáncer de mama muestra el lazo rosa símbolo de la lucha contra la enfermedad
Sociedad

Cáncer de mama masculino, el gran desconocido

Por Aday Sánchez

Leer artículo: Cáncer de mama masculino, el gran desconocido
Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
Opinión

Acción representativa de la discapacidad organizada para una Legislatura decisiva

Por Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI)

Leer artículo: Acción representativa de la discapacidad organizada para una Legislatura decisiva
Papa Francisco.
Sociedad

Fallece el Papa Francisco, el pontífice que llegó desde “el fin del mundo” y se acercó a los más vulnerables

Por Servimedia

Leer artículo: Fallece el Papa Francisco, el pontífice que llegó desde “el fin del mundo” y se acercó a los más vulnerables