Informe 10 Odismet
Aumenta el empleo de las personas con discapacidad
El número de personas con discapacidad que trabajan ha experimentado una mejora en España de 5,9 puntos y su tasa de desempleo ha descendido un 40% durante la última década. Sin embargo, la brecha salarial aumenta respecto a las personas sin discapacidad y ya supone una diferencia de 5.067 euros menos, consecuencia principalmente de la mayor presencia en empleos de menor cualificación.
Por Pablo A. Iglesias

El Informe 10 Odismet sobre el mercado de trabajo en España y la situación laboral de las personas con discapacidad, elaborado por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de Fundación ONCE (Odismet), cofinanciado por la UE, muestra la mejoría en la contratación registrada entre el colectivo de personas con discapacidad.
En vísperas de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo (1 de mayo), el coordinador de Estrategia de Datos de Fundación ONCE e Inserta Empleo, Luis Enrique Quifez, fue el encargado de dar a conocer las principales cifras que arroja el Informe 10 Odismet, resumidas en 11 ideas clave.
La más importante es que la tasa de empleo de las personas con discapacidad ha mejorado 5,9 puntos desde el año 2014, de manera que ya hay más de 550.000 con un puesto de trabajo y cotizando a la Seguridad Social. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo se ha reducido en 13 puntos, lo que supone un descenso del 40% en apenas una década.
El empleo ha subido especialmente para las personas con discapacidad de 25 a 44 años (+8,4 %), para las mujeres (+6,3 %) y para aquellas con discapacidad intelectual (+4,3 %).
En cambio, la tasa de desempleo ha variado de forma desigual porque en los hombres cae 22,1 puntos y en las mujeres baja 13,3 puntos.
Mejor capacitación
En el balance dado a conocer por Odismet, con los últimos datos oficiales sobre empleo de personas con discapacidad, sale a relucir que las personas con discapacidad en paro de larga duración se ha reducido 2,5 puntos desde 2013.
También mejora la formación de este colectivo, pues el porcentaje de personas con estudios superiores aumenta 4,7 puntos, el que ha cursado estudios secundarios ha crecido 8,7 puntos y el que sólo ha desarrollado estudios primarios desciende 13,4 puntos. Todo ello demuestra que las personas con discapacidad cada vez tienen mejor capacitación y eso contribuye a un mejor acceso al mercado laboral.
De hecho, el número de contratos para personas con discapacidad ha aumentado un 58,8% desde 2013, llegando este incremento al 60,2% en el caso de las mujeres, al 182% en los jóvenes, al 93,7% en las personas con discapacidad psíquica y un 86,6% en el caso de los contratos en el sector de la industria.
El Informe 10 Odismet saca a relucir que la reforma laboral aprobada en 2021 ha supuesto “un importante apoyo para la estabilidad” en el empleo de las personas con discapacidad, en tanto que los contratos temporales para este colectivo se han reducido un 31,7% mientras que los contratos indefinidos han crecido un 18,5%. Además, se evidencia que los Centros Especiales de Empleo representan un nicho de empleabilidad muy relevante para las personas con discapacidad, con casi 24.000 contratos nuevos en la última década, que supone un incremento del 48,2%, informa Servimedia.
Brecha salarial
El principal aspecto negativo que refleja el análisis del Observatorio de Fundación ONCE afecta al salario, puesto que la diferencia de sueldos ha aumentado respecto al resto de la población. Así, el sueldo medio anual de una persona con discapacidad está 5.067 euros por debajo de quienes no tienen discapacidad.
Esta discriminación resulta especialmente significativa en las mujeres, con una media de 20.899 euros brutos anuales frente al salario medio de 27.107 euros de las personas sin discapacidad.
Peor aún es para los jóvenes, con apenas 15.397 euros al año, y las personas con discapacidad intelectual, con 15.025 euros.
Estos dos últimos nichos están 12.000 euros por debajo del resto de los españoles, lo cual pone de manifiesto la importancia de avanzar en una mayor cualificación y la mejora de las competencias para la empleabilidad de manera que las personas con discapacidad accedan cada vez más a empleos de mayor cualificación y también mejor remunerados.
Emprender también es más complicado para las personas con discapacidad, como prueba el hecho de que la tasa de empleo por cuenta propia ha caído 3,1 puntos en la última década, mientras que en el caso de la población sin discapacidad ha bajado 2,6 puntos.
Además, las personas con discapacidad tienen mayor riesgo de exclusión social, tal y como se puso de manifiesto en el Informe Arope de 2023. Su tasa de riesgo de pobreza llega al 31%, lo que supone un incremento de 1,7 puntos respecto a 2013 y 4,5 puntos más que la media de la población general.
Motor de empleo
Finalmente, el informe saca a relucir la gran aportación del Grupo Social ONCE como “motor para la inclusión laboral de las personas con discapacidad”, gracias a más de 45.000 empleados con discapacidad en su plantilla, más de 13.000 empleos creados en los últimos años y más de 63.000 personas con discapacidad formadas para facilitar su acceso al mercado laboral. El vicepresidente primero del Grupo Social ONCE y vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, realizó un llamamiento para promover el protagonismo de las personas con discapacidad en la sociedad, de manera que se hable de ellas “en todas las tertulias” y así se normalice “de forma natural” su inclusión.
Durán lanzó también una invitación a las empresas a colaborar y a “tejer nuevas alianzas” para dar pasos adelante en materia de diversidad y mejorar la inclusión laboral de colectivos vulnerables, como el de las personas con discapacidad.
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