El trabajo que hay detrás de las chirigotas

El Carnaval va por dentro

Antonio Mateos, guitarra en la comparsa Los invasores de Rota, y José Antonio Morales, voz segunda en el coro Las entrañas de Cádiz, comparten una pasión y se llama Carnaval de Cádiz, una forma de ser ante la vida. A Antonio Mateos y a José Antonio Morales les separa la Bahía de Cádiz, un hermoso capricho de la naturaleza de apenas 16 kilómetros, los que van de Rota a la capital gaditana. Pero les une las dos mismas pasiones que han ido construyendo sus vidas por igual; la ONCE y el Carnaval de Cádiz, una cultura que es seña de identidad de Andalucía y que, para ellos, conforma toda una forma de ser ante la vida.

Por Luis Gresa

04/02/2025
Carnaval de Cádiz.

Antonio Mateos es un apasionado de la música, la literatura y el Carnaval. Toca hasta siete instrumentos, ha publicado su primer libro de poemas y aguarda ya la publicación del segundo. Es psicólogo, vendedor de la ONCE, ciego total, pero sobre todo es un hombre de Carnaval. Era muy chico cuando oía en casa las primeras chirigotas. Así empezó a crecer un vínculo con los carnavales de Rota y Cádiz, -por este orden- que ha cumplido ya 14 años.

“El carnaval está tan presente en mi vida desde el principio que no hay un punto en el que diga yo; aquí empezó”, comienza diciendo antes de entrar en uno de los ensayos que realiza su comparsa en el Colegio Pedro Antonio de Alarcón de Rota. Desde que entrara en la chirigota de Antonio Molina porque les hacía falta una guitarra -“el chaval toca la guitarra que da gusto escucharlo”, decían de él en sus inicios-, Antonio no ha faltado a un Carnaval de una forma u otra.

Ahora, después de ocho años con una chirigota y otros tres en otra comparsa, Antonio Mateos se estrena este año como guitarrista y voz de la comparsa Los Invasores de su localidad natal.

Antonio Mateos: “El carnaval está tan presente en mi vida desde el principio que no hay un punto en el que diga yo; aquí empezó”

A Antonio el Carnaval le ha ayudado a crecer como persona. Y mucho. “Totalmente, el carnaval es la base sobre la que yo construyo mi personalidad -afirma con determinación-. Yo antes de salir en carnavales, era un niño muy tímido, con pocas habilidades sociales, porque tampoco había tenido muchas oportunidades de relacionarme con otros niños. Pero al final el carnaval, más allá de lo que son los ensayos, es una reunión de personas con una afinidad, que es ese gusto por el carnaval y esa inquietud por formar parte activa de la fiesta. Esas cosas unen más allá de los ensayos constantes, reiterados, día tras día; horas en un local de ensayo, bromas, días buenos, días malos, días de lluvia, días de calor, días que uno no se soporta ni a sí mismo y hay que torearlo y otros que te toca ser tú el que no hay quien lo aguante nadie”.

Septiembre suele ser el pistoletazo oficial para entrar de lleno en la época de ensayos, aunque son muchas las cabezas pensantes que, aún no ha terminado el Concurso de un año, comienzan a pensar ya en la idea y el tipo (disfraz del personaje) del siguiente. Un tiempo que Antonio vive con verdadera emoción. “A cualquiera que se lo cuentes se echa las manos a la cabeza. No sé si lo valorarán o no, pero te tiene que gustar muchísimo el carnaval para trabajarlo porque al final es un compromiso brutal en el que durante cinco meses hay personas que se aíslan de su vida social por unos ensayos que van aumentando progresivamente. Aunque esto vaya de humor, es algo bastante serio”, resume gráficamente.

Antonio Mateos: "es un compromiso brutal en el que durante cinco meses hay personas que se aíslan de su vida social"

En su comparsa, comenzaron por tres ensayos por semana en otoño, y desde Navidad son ya diarios los siete días de la semana. Y aquí es donde más disfruta el guitarrista, voz y en ocasiones letrista de la comparsa. “Paradójicamente, aunque es lo más sufrido, yo es lo que más disfruto -reconoce sonriendo-. Los ensayos pueden llegar a ser tediosos, pero, por eso mismo, cuando te gusta de verdad, lo que te gusta son los ensayos. Te lo pasas bien en la calle. Cuando vas al Concurso te lo pasas bien, pero lo que verdaderamente tiene que gustarte son los ensayos. Y afortunadamente a mí me encantan. El hecho de repetir, de buscar las polifonías, buscar la segunda, buscar la octavilla repetir, a ver cómo suena eso. Y si no tienes de verdad esa pasión, esa pulsión casi visceral que te mueva, salir en carnaval puede convertirse en una cuesta arriba muy grande”, advierte.

La caricatura de la farsa de la vida

La comparsa Los Invasores de Rota competirán en la fase de las preliminares del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de Cádiz el próximo 13 de febrero. Someterse al veredicto del jurado y conquistar el aplauso, más afiliado aún, del Gran Teatro Falla condicionan todo el trabajo de los meses previos al Carnaval. Pero a Antonio no parece importarle en exceso. O lo disimula muy bien. “Sí que es verdad que, al final, pese a que el Teatro Falla es pequeñito, recogido y coqueto, el componente o la atribución que la hacemos los carnavaleros, casi divina, casi religiosa, como el templo que se le llama muchas veces, sí que hace pensarte las cosas dos veces y le da una carga emocional y de responsabilidad que, aunque creo no todo el mundo la tiene muy clara, está ahí. Y a los que están en la cúspide, los más expuestos, pues obviamente tiene que ser algo que les pese”.

Pero los de Rota no se sienten parte de esa élite. Él disfruta sobre todo de los ensayos, sobre todo del Falla y sobre todo de la calle.  “El Concurso al final tienes que disfrutarlo porque tú solo tienes la garantía de que vas un día. Si ese día no lo pasas bien, probablemente, por estadística, por el número de agrupaciones que participan, no tengas una segunda oportunidad para pasártelo bien. Entonces eso lo tienes que disfrutar y es tu responsabilidad disfrutarlo. No de los aplausos del público, no de la puntuación del jurado, es solo tú. La calle también se disfruta muchísimo sobre todo cuando a lo mejor la sensación del público general es que el Concurso no se ha portado muy bien contigo”, comenta.

Antonio Mateos: “El Concurso al final tienes que disfrutarlo porque tú solo tienes la garantía de que vas un día"

A su juicio no ser de Cádiz no exige mayor responsabilidad a la hora de comparecer ante el Falla. “Es que en realidad cualquier gaditano te va a decir que Rota es Cádiz”, aclara. “Lo que verdaderamente te hace llegar a donde tengas que llegar es ir con verdad, llevando una idea en la que creas, que puedas defender, y que tu grupo conecte y defienda a capa y espada, aunque te quedes en cualquier sitio -sigue reflexionando en voz alta-. Porque, muchas veces pasa que algunos autores por intentar agradar al público no escriben lo que verdaderamente quieren escribir y yo creo que esa es la verdadera pena”.

José María Puyana, el Shery, el director de la comparsa roteña, se declara encantado con el fichaje de Antonio en la agrupación. “Es una pieza fundamental del grupo porque en cuanto a afinación aporta conceptos musicales y también letras”, dice antes de iniciar uno de los ensayos. Es una persona que tiene constantemente ideas que suman al proyecto. Entró más tarde, porque empezamos en septiembre el período de ensayos, y vino a completar un trío de guitarra espectacular que llevamos con él a la cabeza”.

José María Puyana: "Nosotros no pretendemos dar ejemplo de nada. Antonio es uno más"

Puyana reconoce que “desafortunadamente” sigue siendo una excepción que una persona ciega forme parte de las agrupaciones del Carnaval, aunque en la suya es un hecho que pasa totalmente desapercibido. “Yo lo tengo muy normalizado porque lo he visto a salir con otros grupos -responde-. Nosotros no pretendemos dar ejemplo de nada. Antonio es uno más, y como persona es un caramelo, es para comérselo. Más que ser nosotros un ejemplo para nadie, el ejemplo es Antonio, que con las cualidades musicales y artísticas que tiene sale con nosotros que somos unos rastrojos”, concluye con guasa gaditana.

No todos los clientes del vendedor de la ONCE conocen la doble vida de Antonio Mateos como miembro de la comparsa, aunque conforme se acerquen las fechas de su paso por el COAC se lo dirá a todo el mundo para que no se pierdan la retransmisión de Onda Cádiz TV, de momento, de las preliminares.  Él se siente carnavalero todo el año. “Para mí el carnaval se podría definir como la caricatura de la farsa de la vida”. A Mateo le sale aquí la vena de psicólogo. “Lo vemos mucho en los medios de comunicación, hoy en día, todo se monetiza, todo se ve desde la perspectiva del que sea rentable el jugar con la opinión pública. La misma noticia en diferentes medios de comunicación son radicalmente opuestas. Pues creo que el carnaval tiene la responsabilidad o la tarea de poner esas cosas en su sitio. Al final es el pueblo alzándose contra esos poderes. Aunque de una forma, digamos velada, pero es una forma del pueblo reivindicar sus derechos a no ser engañado. Por eso creo que podría encajar bien la definición de la caricatura de esa farsa”, concluye.

Estrategia para competir

Da igual que Cádiz se paralice por la salida del Juan Sebastián Elcano con la Princesa de Asturias a bordo y los Reyes de España, a pie de escalerilla despidiendo emocionados como padres a la heredera al trono. A pocos metros de esa escena, en la sede de los sindicatos, los 50 componentes del mismo coro que ganó el primer puesto del Falla el año pasado, antes Los Iluminados, ahora bajo el nombre de Las entrañas de Cádiz, atienden ajenos al alboroto oficial las indicaciones del mando en plaza de José Manuel Pedrosa, 35 años ya al frente de agrupaciones y coros en su Cádiz del alma.

José Antonio Morales es uno de ellos. El primer recuerdo que le viene a la memoria, en los 80, son las retrasmisiones de radio que seguía su padre, que las grababa en unos casetes, y que escuchaba desde la cama. Con 17 años ya salió en una chirigota juvenil. Y hasta hoy. El gaditano es líder sindical de la ONCE a nivel nacional, tiene una discapacidad visual grave, y canta como voz segunda en el Coro Las entrañas de Cádiz, del que es también tesorero.

Carnaval de Cádiz.
Momento de los ensayos del Coro Las entrañas de Cádiz. @ Fernando Ruso.

“Para mí es muchísima responsabilidad -reconoce- por la capacidad de trabajo que debe tener el grupo para poder competir. Hay que trabajar mucho. Nosotros tenemos un número de ensayos fijados desde que iniciamos hasta que terminamos, que son más de cien. Estamos siempre en torno a 100, 105 ensayos. Son 200 horas y presentar un repertorio como el que presentamos en el Teatro Falla, con la ambición de competir, es una responsabilidad”, asegura Morales antes de entrar en uno de los ensayos en una mañana de domingo.

José Antonio Morales: "Hay que trabajar mucho. Nosotros tenemos un número de ensayos fijados desde que iniciamos hasta que terminamos, que son más de cien"

Como el resto del coro disfruta al máximo de esos ensayos. “Son una pasada”, resume. “Me lo paso muy bien, nos conocemos hace muchos años todos y nos reímos un montón”, afirma. Y también reconoce que lo que vive en el carnaval, el antes y el durante, le hace crecer como persona. “La verdad es que me siento uno más del grupo”, afirma orgulloso. “Conocen mi discapacidad visual y saben que yo me aprendo las letras con el oído. Ahora que la tecnología nos ayuda con los móviles, nuestras letras se pasan a través del móvil y los compañeros van leyendo por el móvil y yo me la tengo que aprender o bien escuchando mucho en el ensayo o bien cuando se graba escuchándolo, paseando o en casa cuando tengo un rato hasta que me la aprendo”.

José Antonio Morales: “Nuestro coro cuando abre la boca impacta”

Sostiene el autor de comparsas por excelencia del Carnaval de Cádiz, Martínez Ares, que el Falla es la muerte a pellizcos, y Morales lo corrobora. “Sí, sí, sí, el Falla nosotros lo vivimos muy intensamente y no solo cuando empieza el Concurso -responde-. Es cierto que vamos a cantar este año el primer coro, pero no es menos cierto que quieres saber lo que llevan los demás. Competir es muy importante -reconoce-, y muchas veces se gana el premio porque sabes competir. Las letras tienes que saber cuándo las tienes que meter o no, intentar ser el primero en cantarla, es toda una estrategia”.

A su juicio, la clave para triunfar en el gran templo del Carnaval es el trabajo. “Trabajo, trabajo y trabajo -subraya-. Nuestro coro cuando abre la boca impacta. Es un vozarrón de música, de contenido y aparte, también quiero destacar la letra, todos nuestros coros llevan un mensaje, no son letras vacías, son letras críticas, pero con contenido todo el repertorio desde que empieza hasta que termina”.

Juan Antonio Morales: "Todos nuestros coros llevan un mensaje, no son letras vacías, son letras críticas"

La trayectoria de José Manuel Pedrosa como director de coros abruma por la de veces que ha ganado el primer premio del Falla. Desde que se inició en 1989 en la chirigota El rayo Vaticano, que compuso Martínez Ares, solo ha parado un año, en el 93, y fue por la mili. “A Morales lo conozco yo desde chico, pero desde chico chico -matiza-. Morales siempre ha estado en carnaval y es un tío que es muy responsable en lo que se le manda, en lo que se le dice, en lo que se dedica, porque él lleva las cuentas del coro y lo lleva como nadie. El tío te lo refleja todo perfectamente. Es un respiro lo que tenemos nosotros con este hombre, todo lo lleva al día”, asegura en un receso de los ensayos.

Y la discapacidad visual no ha supuesto nunca -asegura- una barrera en el grupo. “Yo me encargo de agrandarle las letras, la fuente de tamaño que sea, pero aún así él no quiere porque prefiere aprendérsela de memoria -comenta-. Y bueno, él está como uno más, disfruta como uno más en la carroza, en el teatro y para nosotros pasa desapercibida esa -digamos- discapacidad”.

Pedrosa reconoce que someterse al veredicto del Falla después de tantos éxitos continuados constituye un plus adicional de responsabilidad. “Sí, claro, porque el público siempre compara con años anteriores, entonces tú tienes que luchar contra ti mismo”, explica. A su juicio, las segundas voces, la posición que ocupa Morales en el coro, son el lugar más importante del grupo. “Es la que le da contenido a una música, aunque la base es el tenor, pero es la que la deja perfecta”, explica.

Para José Antonio Morales el Carnaval es también una forma de identidad. “Es algo intrínseco al gaditano -concluye-. Esto se ha repetido muchas veces, pero es verdad, el carnaval es un periodismo cantado que durante un mes en el Teatro le contamos al resto del mundo la percepción que tienen los gaditanos de lo que es la sociedad, lo que ocurre a diario en la calle, lo que necesita esta ciudad. Le contamos al mundo lo que piensa un gaditano prácticamente”. Antonio Morales comparte su opinión, es una forma de vida. “De vida, sí -enfatiza el roteño-. Es una forma de vida, completamente, y también una actitud ante la vida”.

 

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