Constituyen dos tercios de los 765 millones de jóvenes y adultos no alfabetizados
El analfabetismo se ceba con las mujeres
Los desafíos globales como el aumento de conflictos y la violencia, las desigualdades, la pobreza, el hambre y el cambio climático, se sienten cada vez más en diferentes áreas de la vida humana y, a través de sus efectos, en el planeta, haciendo que el progreso hacia la alfabetización sea insuficiente. La tasa global de alfabetización de jóvenes y adultos para la población de más de 15 años ha aumentado solo en un punto porcentual, del 86% al 87%; persistiendo entre regiones, países y poblaciones y cebándose con las mujeres y niños.
Por Lidia Rossi
La UNESCO define la alfabetización como un derecho que empodera a las personas y abre puertas al disfrute de otros derechos humanos y mayores libertades. La alfabetización es una base sobre la cual las personas pueden adquirir conocimientos más amplios, habilidades, valores, actitudes y comportamientos para fomentar una cultura de sostenibilidad y paz duradera, basada en el respeto a la igualdad y la no discriminación, el estado de derecho, la solidaridad, la justicia, la diversidad y la tolerancia, y para construir relaciones armoniosas con uno mismo, con otras personas y con el planeta.
Según datos de la UNESCO, el mundo ha logrado un avance en alfabetización, sin embargo, el progreso ha sido insuficiente. Entre 2016 y 2021, la tasa global de alfabetización de jóvenes y adultos para la población de más de 15 años ha aumentado solo en un punto porcentual, del 86% al 87%.
En 2022, al menos uno de cada siete jóvenes y adultos aún carecía de habilidades básicas de alfabetización. Tres millones de niños luchan por adquirir niveles mínimos de competencia en lectura, escritura y aritmética, mientras que unos 250 millones de niños entre 6 y 18 años están fuera de la escuela.
Las mujeres constituyen dos tercios
Además, persisten disparidades entre regiones, países y poblaciones. Las mujeres constituyen dos tercios de los 765 millones de jóvenes y adultos no alfabetizados, una proporción que se ha mantenido sin cambios en las últimas décadas. Se estimó que las tasas de alfabetización de las mujeres adultas en varios países de África Subsahariana son tan solo de alrededor del 10% en 2022, mientras que la tasa más alta del 99% se estimó para los jóvenes y adultos varones en las regiones de Europa y América del Norte.
Mientras tanto, el multilingüismo se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más común. En nuestro mundo, alrededor de 7.000 idiomas vivos están distribuidos de manera desigual en unos 200 países con mayores grados de diversidad en África Subsahariana y Asia y el Pacífico. Esto se debe a una variedad de factores, incluyendo la globalización, la digitalización y la creciente movilidad de las personas.
Esto no solo obstaculiza la adquisición de habilidades básicas de alfabetización, sino que también socava la diversidad lingüística y cultural, creando jerarquías epistemológicas y culturales, y afecta el desarrollo social y económico de los individuos y las comunidades, lo cual a su vez podría ser perjudicial para construir sociedades inclusivas, pacíficas y sostenibles.
Día Internacional de la Alfabetización
En este contexto inestable que amenaza la comprensión mutua, la coexistencia armoniosa, el pluralismo y la paz, hace que la UNESCO recuerde en el Día Internacional de la Alfabetización (DIA) 2024, la necesidad de comenzar construyendo las defensas de la paz en la mente de las personas, en las cuales la alfabetización es fundamental.
Bajo el tema Promover la educación multilingüe: Alfabetización para la comprensión mutua y la paz, la UNESCO celebrará del 9 al 12 de septiembre en Yaundé, Camerún, una conferencia mundial en colaboración con el Gobierno de Camerún para destacar el poder transformador de la alfabetización para fomentar la comprensión mutua y la paz en contextos multilingües, examinando políticas, programas, prácticas y gobernanza relevantes, para acelerar el progreso hacia los ODS.
La comunidad internacional ha resuelto no solo acelerar el progreso hacia el ODS, sino también cambiar radicalmente la forma en que pensamos, diseñamos y organizamos la educación, y cumplir las promesas de crear un mundo más pacífico, justo y sostenible, promoviendo la alfabetización para construir una paz duradera.
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