Con 150.000 seguidores y más de 2,5 millones de ‘me gusta’, esta joven tinerfeña busca dar visibilidad a su discapacidad atrapando a todos los usuarios por su naturalidad al contar con humor cómo es su día a día. Logopeda especializada en daño cerebral, actualmente se encuentra trabajando en un centro de día y residencia para personas con daño cerebral en Madrid. “Lo que tengo se llama parálisis cerebral infantil, que afecta a mi movilidad, equilibrio y tono muscular en los cuatro miembros”, explica Inés Rodríguez.

Esto le sucedió al nacer, debido a que no respiró, por lo que las partes del cerebro a las que no les llegó el aporte de oxígeno necesario dejaron de funcionar afectando, en su caso, a la parte motora. Por ello, su cuerpo ha tenido que buscar un patrón motor alternativo al convencional.

Inés Rodríguez (@inusu_al) utiliza las redes sociales como método de mayor difusión para hacer llegar su día a día y cambiar el paradigma que existe en torno a las personas con discapacidad. En sus vídeos enseña desde cómo maquillarse hasta cómo se prepara la comida. “Cuando tengo que pedir ayuda lo hago, pero no quiero depender de nadie para hacer mi vida, busco alternativas que se adapten a lo que necesito y sigo adelante”, comenta. Desde pequeña siempre ha tenido el apoyo de su familia para cumplir todo aquello que se propusiera como meta agradeciendo la libertad que le han dado sus padres para probar, equivocarse y aprender si las cosas en ese momento no salían bien.

Desafiar estigmas

“Es fundamental dar oportunidades a la gente para descubrir sus propios límites”, expone Inés agregando que “yo solo quiero ser una persona funcional y vivir mi vida como cualquiera”.

“¿Hay que felicitar a alguien por existir?”, Inés ha lanzado al aire esta pregunta en numerosas ocasiones ante la condescendencia de muchos con los que se encontraba. Si hay algo que, recalca, no le gusta, es el que hagan comentarios hacia su persona como “campeona, tú puedes con todo, eres un ejemplo a seguir…”. Términos con los que no se siente identificada y que le llegan por una discapacidad física que sostiene, le ha enseñado muchas cosas.

“Cada uno tiene sus problemas y sus complicaciones, la cosa está en que el mío es visible, pero tus problemas no son menos válidos porque los míos sean más grandes o se vean más, los míos en comparación a los de otras personas serán una mierda”, argumenta.

Educación

“Pido que no me llamen campeona por mostrar mi día a día y ser optimista” reivindica Inés, que emplea el humor como la mejor base, dice, para tomarse las cosas. “El problema no es que me lo recuerden, porque yo soy consciente y forma parte de mi persona. La gente se acerca a mí y me dice comentarios asumiendo cosas como que mi parálisis va asociada a un déficit intelectual que no es mi caso”, comenta Inés pidiendo que no se dé esto por hecho.

“Por favor, seamos educados, tomate un momento para interactuar, entender que hay muchos tipos de discapacidades y ver si esa persona requiere que, por ejemplo, adaptes tu lenguaje”, subraya.

Visibilizar la discapacidad

Con vídeos que alcanzan cinco millones de reproducciones, Inés manifiesta que “todavía queda mucha gente por educar y mucho por avanzar”. Uno de sus objetivos se basa en introducir a nivel social lo que son y suponen los distintos tipos de discapacidad, así como lo que piensa y les gustaría sobre la forma de dirigirse tanto ella como a este colectivo. “Quiero hacer ver que no hace falta que me lo digan ni a mí ni a nadie”, comenta.

Ahora, Inés pese a estar desempeñado su trayectoria profesional como logopeda, busca cumplir su sueño de ser modelo y artista. “Me he dado cuenta de que me gustan mucho las cámaras y los focos porque yo nací payasa, creo”, dice entre risas. De hecho, está pidiendo a las agencias de modelo una oportunidad no solo por hacer realidad este sueño, sino también por dar visibilidad a las personas con discapacidad dentro de un panorama que siempre ha seguido las mismas líneas y estigmas y que, poco a poco, parece que ha ido cambiando los últimos años adaptándose a la realidad social.

Los seguidores de Inés crecen día a día al igual que lo hacen los mensajes de apoyo y agradecimiento por llevar a cabo esta iniciativa. “Mucha gente hace este tipo de comentarios condescendientes sin pensar que pueden perjudicar a la otra persona, pero espero que con mis vídeos pueda cambiar un poco la tesitura a la que nos enfrentamos a diario las personas con discapacidad”, mantiene.

Inés matiza que “no siempre estamos de humor para ponernos a explicar este tipo de cosas a todo el mundo por la calle. La gente me lo agradece porque está formando parte de la evolución social”.

Inés dirigía inicialmente su mirada hacia el público sin discapacidad que era a quién quería llegar para informar sobre este tipo de situaciones a las que se ha enfrentado en primera persona, pero agradece también el apoyo por parte de su colectivo: “Que la gente con discapacidad me apoye es algo indispensable para hacer las cosas bien”.