Blanca Hernández, portavoz de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos y Caribe
“Estados Unidos ejecuta a un hombre con hipoxia de nitrógeno“
El estado de Alabama, en Estados Unidos, tiene previsto ejecutar al reo Kenneth Eugene Smith el 25 de enero mediante hipoxia de nitrógeno, es decir, de asfixia con este gas. Se trata de un método inédito que, se piensa, puede causar graves sufrimientos al preso, lo que podría equivaler a tortura u otros tratos tipificados como crueles, inhumanos o degradantes.
Por Pedro Fernández
Hablamos con Blanca Hernández, portavoz de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos y Caribe, quien no solo solicita frenar esta ejecución, sino que alerta de que esta podría ser considerada como "tortura".
Estados Unidos efectuará la primera ejecución de un condenado a muerte mediante hipoxia de nitrógeno (asfixia con este gas) este 25 de enero, un método inédito y que puede causar graves sufrimientos. ¿Qué postura tiene Amnistía Internacional al respecto?
Siempre surgen nuevos métodos de ejecución. En este caso es porque los estados que utilizaban la inyección letal están teniendo muchísimos problemas legales para usarla. Hay que tener en cuenta que los fármacos diseñados en origen como un tratamiento médico están prohibidos para usarse en una ejecución. Muchos de estos se producen en Europa y la Unión Europea tiene una legislación muy clara al respecto. Llama la atención que, en lugar de replantearse por qué están teniendo estos problemas y dejar de ejecutar a personas, buscan alternativas, y una es la de la hipoxia, que consiste en privar de oxígeno a una persona. Vamos, muerte por asfixia.
A pesar de que la pena de muerte va contra los derechos humanos tiene una regulación y unas normas. A este hombre le van a utilizar de conejillo de indias porque, al ser un método nuevo, no se sabe cuáles son los efectos ni el nivel de dolor o angustia que puede provocar… nada de esto tiene en cuenta el estado de Alabama. Puede provocar un sufrimiento más allá de lo permitido, y no se puede torturar a alguien para ejecutarlo. Y van a ejecutarlo con un método que se considera tortura.
No solo es muy grave sino que toda esta incertidumbre aumenta el nivel de sufrimiento.
Se da la paradoja de que la hipoxia por nitrógeno es un método prohibido para el sacrificio de animales por “cruel e inhumano”.
Exacto. En este caso, si provoca demasiado sufrimiento en animales entendemos que, primero, no le deberían ejecutar y, segundo, jamás mediante un método que va a provocar unos daños tan grandes.
¿Qué piensa sobre Estados Unidos al respecto?
Choca que un país que, dependiendo del Gobierno que tenga, quiera ondear por el mundo la bandera de los derechos humanos y ser modelo al respecto pero mantenga la pena de muerte. Es cierto que dentro de Estados Unidos la tendencia es que, cada vez, más estados la tienen abolida en su legislación.
A nivel penal, Estados Unidos tiene el sistema federal, que depende del gobierno central, y el resto, que depende de los estados. Y cada uno puede decidir si aplica o no la pena de muerte. Cada año, se suman más estados que la eliminan o en la que sus gobernadores conmutan todas las penas de muerte por cadenas perpetuas. Llevamos años viendo esa tendencia. Ya hay 23 estados. Quedan 27 pero el 52 por ciento de ellos no ha hecho ninguna ejecución en 10 años, y otras ponen moratorias.
Hasta hoy, 112 países han abolido la pena de muerte por completo, mientras que nueve aún la contemplan para tiempos de guerra. En el último año, Sierra Leona, Kazajstán, Papúa Nueva Guinea y la República Centroafricana han puesto fin a la pena capital, y recientemente Guinea Ecuatorial también lo ha hecho en su Código Penal, pero la ha mantenido en su Código Militar. ¿Caminamos hacia el fin de la pena de muerte?
La tendencia global es muy clara en cuanto que caminamos hacia su abolición. En 1977, Amnistía Internacional comenzó a trabajar contra la pena de muerte en una campaña global. En aquel momento, solo 16 países la habían abolido en su legislación, y hemos pasado a 112 a final de 2022. Esto nos sirve para hacernos una idea de que la tendencia es claramente contraria.
A pesar de ello, las ejecuciones y condenas de muerte en el mundo siguieron aumentando en 2022: hubo un 53% más que en 2021. ¿Qué falla?
El problema de este repunte es que los países que la siguen utilizando, aunque son menos, ejecutan más. Y tampoco hay que olvidar que, en algunos estados, no tenemos acceso a todas las ejecuciones que se producen porque son más herméticos. Por ejemplo, se excluyen los datos sobre China. Se cree que hay miles de ejecuciones que no forman parte de las estadísticas por desconocimiento de las mismas. Por tanto, no hay que dar por buena la cifra porque faltan datos.
También hay otros países que ocultan su número de ejecuciones, como Corea del Norte y Vietnam. Hay mucho secretismo en estos países. Por desgracia, aquí no tenemos acceso pleno a la información.
¿Quiénes son los países que más ejecutan?
Sin duda, China. Luego, en este último año hubo muchas ejecuciones en Corea del Norte y, posiblemente, Vietnam. Irán, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos serían los siguientes.
"En algunos países como Japón el reo no sabe cuándo va a ser ejecutado. Cada mañana cuando se levanta solo sabe si va a vivir un día más o no"
En el siglo XIX, Victor Hugo ya decía aquello de “donde triunfa la pena de muerte, domina la barbarie” y “donde es derrotada prevalece la civilización”. ¿Qué opinas al respecto?
Efectivamente. Y nosotros entendemos que los argumentos que se utilizan para defender la pena de muerte en ningún caso justificarían su uso porque es una pena irreversible que, si hay algún error dentro del proceso judicial, no se puede reparar. Y sabemos que pasa. La justicia es humana y es imposible que no se produzcan errores.
Además, en algunos países la pena de muerte se dicta de manera discriminatoria. Está demostrado que si perteneces a una minoría racial, eres pobre, tienes alguna discapacidad o eres parte de alguna minoría religiosa o lingüística, la probabilidad de ser condenado a muerte es mucho más alta, lo cual nos indica que su aplicación es injusta. Pero no solo eso. También habría que incidir en el proceso al que se somete a las personas condenadas a pena de muerte.
¿Y cuál es este proceso?
Este proceso puede llegar a constituir tortura o estar muy cerca. En algunos países como Japón no saben cuándo van a ser ejecutados. Así que cada mañana cuando el reo se levanta solo sabe si va a vivir un día más o no. Y sus familias tampoco están informadas. Es un sistema terrible, es un daño psicológico muy grande que se hace a esa persona. Por mucho que haya cometido un delito, no se puede torturar así a alguien.
En Estados Unidos, por ejemplo, una vez tienen fecha de ejecución son aislados del resto de los presos, con lo que están sometidos en régimen de aislamiento durante los últimos días de su vida. En algunos casos, hablamos de dos o más meses.
Pero no hay ningún motivo que justifique la pena de muerte.
"Es muchísimo más caro ejecutar a una persona que mantenerla encerrada de por vida"
A veces se usan ciertos argumentos para hacerlo.
Sí, como el económico, pero no es cierto. En Estados Unidos los datos son muy claros: es muchísimo más caro ejecutar a una persona que mantenerla encerrada de por vida en un régimen de cadena perpetua. Los números existen y están ahí. El argumento económico no es el más importante pero es verdad que muchas veces se utiliza, y es falso.
Continúa Leyendo
¿Qué es la 'Mpox' o virus de la viruela del mono?
Por Lidia Rossi
La pandemia del siglo XXI
Por Carolina Martínez
“No hay que dejar que el enfado de los demás modifique tu rumbo”
Por Rafael Olea
Convocamos los Premios Plataforma de Mayores y Pensionistas
Por Redacción